sábado, 27 de enero de 2018

Jardinería con especies autóctonas. No siempre ni con cualquier especie. Un fenómeno que necesita regulación.

Un fenómeno paralelo a la introducción de especies exóticas en un territorio es la traslocación, de la que ya hemos hablado en este blog (ver http://invasionesbiologicas.blogspot.com.es/search/label/traslocaciones). Las traslocaciones pueden ser discutidas cuando se trata de utilizarlas para evitar la extinción de una especie autóctona, pero el caso que nos ocupa es el de el uso de especies alóctonas de un territorio para su uso en jardineria.
   El uso de especies autóctonas como ornamentales se ha ponderado en muchas ocasiones (ver por ejemplo http://www.horticom.com/pd/imagenes/61/261/61261.pdf; http://www.fundem.org/web/images/LIBRO_COMPLETO.pdf; y en Canarias http://www.unescograncanaria.com/descargarFichero/aPlF4slcAFPWuIkxZir5.pdf y http://www.tenerife.es/portalcabtfe/images/PDF/temas/medio_ambiente/Jardsostenible.pdf), y tiene "el visto bueno" de organismos públicos y privados. Pero no es lo mismo en cualquier sitio. En un territorio tan biodiverso como lo es el Archipiélago Canario, no siempre es la mejor idea. 
   Ya hemos dado ejemplos significativos en este blog: especies endémicas de los géneros Schizogyne, Echium, Limonium, Aeonium, Dracaena, son empleadas en jardinería en zonas e islas donde no son naturales, posibilitando la hibridación de las especies cultivadas con las autóctonas.
   Traemos aquí otro ejemplo, por si fuese necesario. Se trata quizá del género botánico de taxonomía más complicada de la flora canaria, el género Lotus. En este género hay 23 especies reconocidas en las Islas, de los que 19 son exclusivas de las mismas. La mayoría de ellas son endémicas de una única isla, e incluso de un único enclave de las mismas. Se trata de un género complejo en el que existen, sin duda, algunas especies sin describir, alguna de ellas en la isla de Gran Canaria, donde ya se contabilizan 4 especies endémicas. Este hecho se repite en otros géneros de la flora canaria, y se debe a que los procesos de especiación se están produciendo aún hoy, siendo el Archipielago un laboratorio magnífico para estudiar estos fenómenos.
   Pues bien, a este "lio" creado de forma natural, el hombre añade su granito de arena, empleandolo como planta ornamental.
   En el Centro Comercial Alisios, recientemente abierto en Tamaraceite, en el norte de Gran Canaria, se ha utilizado una especie del género Lotus como ornamental. Esto indica que algunos viveros lo están cultivando y vendiendo como planta de jardín. Y no es una especie del grupo de los Lotus de flores vistosas, grandes, Lotus berthelotii, Lotus maculatus, Lotus eremiticus o Lotus pyranthus, que se emplean desde hace años y que están bien diferenciados, sino ejemplares similares a Lotus spartioides, Lotus sessilifolius o Lotus campylocladus. Pero, ¿a qué especie pertenecen estas plantas? 
Se admiten apuestas.
En definitiva, se necesita YA, una regulación del uso de flora autóctona en jardinería, indicando las especies que pueden emplearse, las zonas donde pueden plantarse, los lugares de procedencia de las semillas, etc., etc. La cuestión es tan importante como el de las especies invasoras. Nos jugamos gran parte de nuestra biodiversidad y la afección sobre los procesos naturales de especiación, es decir, sobre la biodiversidad del futuro.


   Individuos de Lotus sp. utlizados en jardinería en Gran Canaria. Su aspecto plateado, foliolos lineares con un peciolo corto pero bien patente, flores con estandarte amarillo, sin líneas rojizas, parece que no concuerdan perfectamente con ninguna de las especies del género presentes en Gran Canaria. Quizá el más próximo sea Lotus spartioides. En la zona donde se sitúa el centro comercial crecen de manera natural ejemplares del género Lotus que necesitan ser estudiados taxonómicamente antes de que se puedan producir hibrizaciones entre ambas poblaciones, naturales e introducidas.

2 comentarios :

Anónimo dijo...

Buenas tardes, de acuerdo en que este tema debería estar regulado, pero para ser objetivos se debería de empezar por auditar los viveros de los organismos públicos, los cuales distribuyen especies cultivadas por ellos para distintos tipos de jardinería publica y privada, que no son de GC y algunas que incluso están en catálogos de especies invasoras.

Saludos

Marcos Salas Pascual dijo...

Hola Anónimo. Efectivamente, los viveros públicos deben ser los primeros en regularse y en dar ejemplo. Ya hemos comentado esto mismo en este blog con relación al cabildo de Gran Canaria (ver, por ejemplo http://invasionesbiologicas.blogspot.com.es/2017/06/la-mujer-del-cesar-no-solo-debe-serlo.html). Un saludo y gracias por participar en el blog.

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