viernes, 28 de julio de 2017

Invasoras en la costa vizcaína. Notas de una escapada vacacional

   Es muy difícil desconectar de lo que a uno le gusta. Imagino que el escritor no deja de serlo cuando va de vacaciones, o el arquitecto, o cualquier profesional. Pues el botánico tampoco, por lo que cuando uno se escapa a otras zonas sus ojos siguen buscando plantas que no conozca, o que reconozca como familiares. Al menos a mí me pasa.
   Esta semana ocurrió algo de esto. Un viaje familiar a Bilbao, a visitar museos, comer bien y descansar al fresco, se enriqueció además con la observación del problema de las especies invasoras en esa parte de la Península Ibérica, tan distante y distinta de las Islas Canarias.
   En la ciudad llaman la atención las múltiples especies que se asientan en los muros que encauzan la Ría de Bilbao, donde crecen Erigeron karvinskianus o Buddleja davidii como ejemplo de especies introducidas más comunes, pero es el el campo donde las introducciones son más importantes. Por las carreteras son frecuentes Robinia pseudoacacia, Ailanthus altissima, pero me centraré en la costa, sobre todo la arenosa. Los escasos sistemas dunares cantábricos que quedan son ocupados por varias especies invasoras, traigo aquí el ejemplo de las dunas de la Playa de Gorliz-Plentzia, donde es posible encontrar un magnífico sistema de arenas móviles, con una rica flora local, pero en la que también son frecuentes Acacia melanoxylon, Oenothera gr. biennis (posiblemente Oenothera x fallax), incluso Cupressus sp., Pittosporum tobira, con una tendencia progresiva muy alarmante.
Pero si hay una planta que pueda calificarse como alarmantemente invasora esta es Cortaderia selloana. Esta planta esta omnipresente en todas las zonas humanizadas, desde encaramada a cosntrucciones antiguas, muros, hasta en eriales abandonados húmedos, pasando por las propias dunas medianamente consolidadas. Esta planta, denominada comunmente plumero de la pampa, es sin duda la que más llama la atención de cualquier visitante. Hay otras muchas otras especies invasoras en el País Vasco, desde Baccharis halimifolia hasta Fallopia japonica o Carpobrotus edulis (se recomienda ver cualquiera de las publicaciones sobre este tema, como por ejemplo http://editaefa.com/aefa/PDF/Herrera/Flora_castellano.pdf). Pero estas son las que yo vi en este viaje, un pequeño resumen que no pudieron enturbiar el asombroso paisaje del camino Kukulu desde la playa hasta el Faro de Gorliz, con sus encinares colgados en el risco entre brezales. Espectacular. 

 Erigeron karvinskianus

  Buddleja davidii






 Dunas inmovilizadas de la playa de Gorliz. Pueden verse en las imágenes Cortaderia selloana, Cupressus sp., Acacia melanoxylon y Oenothera gr. biennis

 Detalle de Oenothera gr. biennis

 Ejemplar adulto de Pittosporum tobira creciendo bajo el pinar de Pinus pinea que estabiliza completamente las dunas.

 Juvenil de Pittosporum tobira
 Frutos de Pittosporum tobira de un ejemplar asilvestrado.
 Pittosporum tobira es muy utilizado en los jardines de las urbanizaciones vecinas a la playa por su resistencia al salitre.

 Cortaderia selloana creciendo en el muro de la Iglesia de Santiago, en el Casco Viejo de la capital bilbaína. La plasticidad de esta planta le permite colonizar multitud de hábitats en las condiciones climáticas adecuadas. Es quizá la planta que parece ser más dañina para el patrinomio natural e historico de Euskal Herría.


domingo, 23 de julio de 2017

Arbutus xandrosterilis: un híbrido entre Arbutus canariensis y Arbutus unedo que sigue aumentando su distribución.

En 1993 se describió Arbutus xandrosterilis, el híbrido natural entre el madroño canario (Arbutus canariensis) y el madroño mediterráneo (Arbutus unedo) en la zona entre El Acebiñal y Las Raíces, en el municipio de La Esperanza (Tenerife) (confirmar en Arbutus xandrosterilis, a New Interspecific Hybrid between A. canariensis and A. unedo from the Canary Island. M. Salas Pascual, J. R. Acebes Ginovés and M. del Arco Aguilar, Taxon 42(4) (Nov., 1993), pp. 789-792).En aquel momento encontramos unos 5 ejemplares que claramente eran híbridos entre ambas especies. En la zona crecían entre 5 y 10 ejemplares de Arbutus unedo, algunos de gran tamaño, y no encontramos ejemplares de Arbutus canariensis, salvo un grupo plantado a unos 3 km en la carretera próxima.
Este año se cumplen los 25 años de su localización. Hasta hoy lo más significativo para las especies tratadas en esta entrada han sido dos hechos principales:
* En 2003 se realizó un proyecto de control de especies introducidas en el Paisaje Protegido de Las Lagunetas que incluía esta especie (Estudio no publicado elaborado en 2003 titulado "Proyecto de control de especies vegetales exóticas invasoras en los Espacios Naturales Protegidos Forestales. T-29 Paisaje Protegido de Las Lagunetas."). Tras este proyecto según https://www.miteco.gob.es/gl/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/arbutus_unedo_2013_tcm37-69808.pdf, se eliminaron la mayor parte de los ejemplares de Arbutus unedo.
* Desde entonces se han realizado diversas campañas de repoblación de toda la zona con especies autóctonas, entre las que destacan muchos ejemplares de Arbutus canariensis. Debido a esto y a la progresión natural de la especie, en toda la zona donde habitaba el híbrido son hoy abundantes los individuos jóvenes del madroño canario, desde los recién plantados hasta árboles de 5-8 m de altura.

   Pero lamentablemente todas estas actuaciones no han conseguido eliminar ni a los ejemplares de madroño mediterráneo ni la existencia de híbridos entre ambos.
   Por lo visto en una visita realizada hace pocas semanas a la misma zona donde se encontró el híbrido por primera vez, la presencia del madroño canario ha aumentado en gran medida, siendo ya una especie común en el sector, y los madroños mediterráneos son ya muy raros, limitándose a algunos tocones rebrotados y a algunos ejemplares jóvenes que pueden ser incluso híbridos muy similares a Arbutus unedo. Los híbridos son más abundantes ahora que hace 25 años. Algunos han crecido hasta convertirse en árboles corpulentos. Pudiéndose encontrar toda una gama de ejemplares intermedios entre ambos parentales.
   Este caso deja clara la dificultad de eliminación de una especie introducida y de sus híbridos.
Acompañan a esta entrada varias fotografías de Arbutus xandrosterilis, de la variabilidad de las hojas de estos híbridos, con relación a la de los parentales, y una imagen de la zona que ocupa hoy este híbrido y que visitamos.

 
 Diversidad foliar de Arbutus xandrosterilis. Las hojas de los extremos son de los parentales, A. canariensis a la izquierda y A. unedo a la derecha.
 Tronco de un ejemplar adulto de Arbutus canariensis. La corteza es lisa y suave, y con el tiempo, se desprende en láminas finas, como se ve en la imagen siguiente


 Corteza de Arbutus xandrosterilis. En su color puede ser similar a la de Arbutus unedo, imagen inferior, o más parecida a la del madroño canario, como la de la imagen superior, pero siempre mantiene la rugosidad y las escamas alargadas.

Corteza y tronco de Arbutus unedo. En la zona de la Esperanza no vimos ya ningún ejemplar de grandes dimensiones, por lo que traemos aquí una imagen de Arbutus unedo de la población de El Montañón, en San Mateo, Gran Canaria.

 Los ejemplares de Arbutus unedo de La Esperanza son jóvenes o rebrotes, como el que se aprecia en la imagen.


 Zona próxima a Las Raices con abundancia de Arbutus canariensis.

 Hojas y ramas terminales de Arbutus xandrosterilis. Sin pelos glandulares.

 Flores e inflorescencia de Arbutus canariensis. Nótese el abundante tomento glandular y el porte erecto de la misma.

 Flores e inflorescencia de Arbutus unedo. Más pequeñas, péndulas y sin pelos glandulares.

Flores e inflorescencia de Arbutus xandrosterilis. Aunque es muy variable, como en cualquier híbrido, se caracteriza por su porte colgante, menor tamaño de las flores y pelos glandulares casi inexistentes. La abundante ramificación de la inflorescencia, como se aprecia en la imagen, es un caracter que no se muestra en todos los individuos.
 Zona prospectada donde pueden encontrarse ejemplares dispersos de A xandrosterilis y A. unedo.
Arbutus unedo también está citado como asilvestrado en Gran Canaria, además de encontrarse varios ejemplares cultivados. Se está estudiando ahora la presencia del híbrido, Arbutus xandrosterilis, en esta isla.

miércoles, 5 de julio de 2017

Cotorras argentinas: algunas obsevaciones sobre su alimentación en el sur de Gran Canaria.

Últimamente las cotorra argentina (Myiopsitta monachus), junto a la cotorra de Kramer (Psittacula krameri) están protagonizando varios artículos en las revistas de divulgación medioambiental y noticias en prensa y radio (http://www.revistaquercus.es/noticia/6587/opinion/cotorras-argentinas-de-madrid:-la-invasion-imparable.html; http://www.revistaquercus.es/noticia/6870/articulos-de-fondo/el-actual-laberinto-burocratico-y-social-de-las-cotorras-en-espana.html; http://cadenaser.com/emisora/2017/03/03/radio_sevilla/1488555686_048891.html; http://www.laprovincia.es/sucesos/2017/05/30/incautadas-cotorras-venta-internet/944217.html). La dificultad para convecer a la sociedad de los perjuicios que ocasiona y los daños que producen sobre la fauna local, la agricultura, etc., son los temas de estas noticias.
Recordemos que en Canarias se ha realizado un censo de ambas especies en las Islas, aunque con cifras muy por debajo de las que existen realmente (44 cotorras argentinas para la provincia de Las Palmas).
En una reciente estancia en el sur de la Isla pudimos comprobar dos cosas: por un lado el elevado numero de cotorras argentinas existentes en la zona, desde San Agustín hasta Maspalomas, que no deben bajar de más de 100 ejemplares; y por otro de algunas costumbres alimenticias de la cotorra argentina, que es la que se deja observar comiendo en el suelo, ya que la cotorra de Kramer no tiene esa costumbre alimenticia. La cotorra argentina es omnívora, y se alimenta de una gran diversidad de frutos y hojas de diferentes plantas entre las que hemos observado las siguientes: frutos de Schinus molle, de Chamaesyse sp., de Casuarina sp., y hojas de Sclerophylax spinescens, curiosamente, plantas todas ellas también introducidas. Faltan estudios sobre la alimentación de esta ave y su efecto sobre la propagación de las plantas de las que se alimenta y sobre las aves con las que compite. Muchas veces se le ve compartiendo alimento con tórtolas turcas (Streptopelia decaopto), y en las proximidades de abubillas y mirlos. Poco sabemos de estas aves, y a la velocidad con la que se propagan esta falta de información puede ser vital.

 Cotorra argentina comiendo frutos de Schinus molle junto a una tórtola turca.

 Cotorra argentina sobre Casuarina sp.
 Cotorra comiendo semillas de Casuarina


 Grupo de cotorras argentinas comiendo frutos y hojas en un césped de una zona turística del sur grancanario. Entre las plantas, además de césped, se encuentran Chamaesyce cf. prostrata y Sclerophylax spinescens
 Grupo de cotorras argentinas comiendo en el suelo, cerca de ellas, dos mirlos las observan.

 Grupo de 7 cotorras argentinas comiendo en el suelo de una zona residencial grancanaria. Si hacemos caso de los censos publicados hasta ahora son una sexta parte de la población total de esta especie en la provincia de Las Palmas. No parece muy fiable dicho censo.

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Las especies invasoras en el año internacional de la Biodiversidad