viernes, 11 de julio de 2014

Las especies introducidas como problema en la reintroducción de especies en peligro: el caso de Los Chorros (Firgas-Gran Canaria)

Uno de los principales problemas con que topan las introducciones de especies en peligro de extinción es sin duda la prolliferación de especies introducidas e invasoras en el mismo ambiente donde se plantean estas reintroducciones. Esta cuestión es claramente perceptible en cualquier lugar donde se produce un trabajo de este tipo, pero cobra especial relevancia en la laurisilva o monte verde canario, dado su enorme grado de alteración y la gran dificultad de encontrar lugares donde repoblar con especies arbustivas endémicas y en peligro. Un claro ejemplo de lo apuntado se produce en la zona de Los Chorros, en la parte alta del municipio grancanario de Firgas. En esta zona se han plantado la mayor parte de las especies endémicas de Gran Canaria, propias del monte verde, y con serio peligro de desaparecer, dadas sus pequeñas poblaciones naturales: Isoplexis chalcantha, Sideritis discolor, Sambucus palmensis, Scrophularia calliantha, Ixanthus viscosus, Gesnuinia arborea, etc.
Todas estas plantas se encuentran debajo de un bosquete de árboles alóctonos: Populus alba, Ulmus minor, Quercus robur, Quercus ilex, etc.
Muy cerca, en las laderas más soleadas, prolifera Lantana camara. En los bordes de los eucaliptares, pistas y carreteras próximas, abunda Paraserianthes lophanta. Los propios eucaliptos (Eucaliptus globulus y Eucaliptus camaldulensis, mayoritariamente), y el castaño (Castanea sativa) caracterizan el paisaje, y no son raros los pinos, tanto Pinus canariensis, como Pinus radiata.
Muy cerca, en la carretera de Los Chorros a Teror, es espectacular, sobre todo en esta época del año, la presencia de una población de Gonospermum canariense, partiendo de un núcleo de individuos cultivados, pero totalmente asilvestrada y en franca expansión.
Ojalá que estas plantaciones tengan éxito y en pocos años podamos encontrar nuevas localidades de estas especies autóctonas en las proximidades, pero no estaría mal, a  la vez que se fomenta la existencia de estas espcies, se trabajase en un cambio de hábitat, eliminando, poco a poco, las espcies alóctonas y sustituyéndolas por especies arbóreas nativas, pero sin entrar como un elefante en una cacharrería, como suele ser frecuente en algunas actuaciones forestales.
La recuperación de especies sirve de poco si no se corresponde con una recuperación de los hábitats donde viven estas plantas. Si la recuperación del oso pardo depende de la regeneración del bosque cantábrico y la del lince depende del bosque mediterráneo y de los conejos que alberga, la salvación de Sambucus palmensis, Sideritis discolor, etc., etc., depende de la calidad y cantidad de su hábitat en Gran Canaria.


  Sideritis discolor e Isoplexis chalcantha, dos de las especies reintroducidas en la zona de Los Chorros (Firgas-Gran Canaria)


 Paraserianthes lophanta.


 Zona de la reintroducción. Los árboles de gran tamaño, verde oscuro, son Quercus robur, los más bajos son Ulmus minor. A la derecha se aprecian los castaños en flor.


 Cauce del Barranquillo de los Chorros, el mismo donde se asienta la reintroducción, poblado de Populus alba y Ulmus minor. En la parte superior de la imagen se aprecia el granadillar con brezos propio de la zona.

 Población de faro, Gonospermum canariense, endemismo palmero y herreño, introducido en Gran Canaria.

 Detalle de la inflorescencia de Gonospermum canariense.

Planta juvenil de Gonospermum canariense.

2 comentarios :

Pedro dijo...

La verdad que Gran Canaria es el reflejo vivo de la antropización. Olmos, álamos blancos, castañeros, robles, alcornoques, e incluso la mimbrera en otras zonas en sustitución de nuestro sauce. No sabia que a esa zona hubiera llegado Paraserianthes lophanta, pues miedo le tengo a esa acacia. Se reproduce con mucha rapidez y genera un montón de semillas y no es fácil de erradicar pues rebrota con facilidad. Si algún organismo se interesara habría que priorizar eliminando esa especie o Lantana camara. Tampoco sabía que había una zona con faros naturalizados, otra desgracia más, el trasiego de nuestras especies endémicas de una isla a otra (ya ocurre con tajinastes o bejeque). También debería ser prioritaria su erradicación. Ya habrá timepo para sustituir a robles, álamos o castañeros, aunque los olmos también germinan fácilmente y salen por todos lados, hay muchos barrancos del norte llenos de olmos y ni una especie arborea de laurisilva, una pena la verdad y sobretodo la triste visión del invierno al ser todos arboles de hoja caduca y verlo todo pelado cuando debería haber una verde laurisilva tanto en verano como en invierno. Un saludo!!

Anónimo dijo...

Hola Pedro. Gracias por el comentario y tu seguimiento del blog. Yo también creo necesaria una priorización de objetivos. El caso es que en un plan de reintroducción debería quedar claro qué hacer con las amenazas a la misma. Igual que se colocan alambradas para evitar los herbívoros, deberían planificar la sustitución de los árboles introducidos por elementos autóctonos. Hay que regenerar comunidades y no sólo reintroducir especies.
Un saludo y de nuevo gracias por la participación.

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